Prefijo «super-»

Queridos ChicoRAErs:

En nuestra cruzada de hoy, nos enfrentamos a un ser que habita entre nosotros, que se esconde bajo la apariencia de una persona normal y corriente, de las que siempre saludan, pero que es capaz de la más cruenta de las perversiones. Nos referimos a aquel que nunca pone una tilde cuando hay que ponerla pero que, en cambio, aprovecha cualquier oportunidad para colocarlas donde no toca. Se conoce que hace un balance a final de mes, se encuentra con que le sobran varias tildes que no puso en su día y se pone a regalarlas como si estuviese en Ibiza repartiendo flyers de discotecas.

Es lo que ocurre, en cierto modo, con el prefijo «super-». Entendemos que es tentador ponerle tilde, pero debemos tener muy claro que, cuando lo usamos con un valor superlativo, es un prefijo, y como todo prefijo debe escribirse unido a la palabra que antecede, sin tilde y sin guion ni espacio intermedios. Así, palabras como supermercado, superestrella o superhéroe deben escribirse de esta manera.

Entonces, nos diréis, ¿por qué narices los procesadores de texto subrayan la mayor parte de estas palabras en rojo, como si fuese un error? ¿Me tienen manía? No, la explicación es muy sencilla. Por lo general, estas palabras no están recogidas en sus diccionarios, ya que la creación de nuevas palabras mediante afijos da lugar a un abanico potencialmente infinito de posibilidades (supercotilla, superpiloto, supersincero, etc.) y sería imposible registrarlas todas.

Y, entonces, ¿por qué tengo una tendencia irresistible a escribir «súper», con tilde y separado de la palabra a la que siguen? Porque existe el sustantivo «súper», que se escribe aislado y con tilde (porque es una palabra llana acabada en -r). Ahora bien, este sustantivo solamente podrá utilizarse de manera restrictiva cuando nos referimos al supermercado («Voy al súper a por leche») o para hablar de la gasolina («La súper ha subido de precio»), y no tiene plural («Me he mudado y no hay muchos súper en mi nuevo barrio»). También, aunque menos frecuentemente, puede utilizarse súper como adjetivo pospuesto al sustantivo o como adverbio, en frases como «Me he comprado una aspiradora súper» o «Los niños lo pasaron súper en su viaje de fin de curso».

Ah, y como sabemos que nos vais a saltar como hienas, os recordamos que los nombres propios, comerciales y de marcas, se escriben como su creador haya decidido y no se le aplican, por lo general, las reglas de ortografía comunes. Así que sí, «Super Mario» puede llamarse como al señor fontanero le salga de la gorra.