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Mostrando entradas de marzo, 2018

«Overbooking»

Queridos ChicoRAErs: Nos han llamado de todo. Pejigueros, melindrosos, puntillosos, tocanarices. Incluso tiquismiquis. ¡A nosotros, por favor, que somos de lo más transigente! Nos han llamado de todo y en realidad sabíamos que tarde o temprano lo haríais, pero eso no es óbice para que la primera vez siempre duela . Y, sobre todo, creemos que no os hemos dado suficientes motivos para ello, así que al menos vamos a hacer méritos. En épocas de vacaciones y viajes (este ChicoRAE, siempre aprovechando las coyunturas, hay que ver qué apropiado, cómo hila) es habitual escuchar y leer la palabra « overbooking ». Y no pasa nada. Hoy no os vamos a afear el uso de odiosos anglicismos ni a convenceros de las bondades de utilizar palabras en nuestro precioso idioma, aunque podríamos. A nosotros eso, hoy, no nos importa. Siempre y cuando, eso sí, nos la escribáis en cursiva , por lo que más queráis , que es un extranjerismo. Recordad que la cursiva es nuestra manera de señalar a un extranjeris

Determinante «el» frente a sustantivos femeninos

Queridos ChicoRAErs: Por si nos habíamos quedado cortos de heteropatriarcado en la entrada anterior , aquí tenéis otra taza. ¿Dejará el género masculino de imponerse al femenino hasta en las horriblemente castigadas aguas, hadas, águilas y aulas? ¿O es que no habéis caído en que todas esas palabras son femeninas, algunas incluso muy femeninas , pero por el contrario todas ellas llevan los determinantes « el », « un », « algún » y « ningún »? ¿Es esto una injusticia histórica más, también deberíamos echarle la culpa al latín? En parte sí, pero vamos poco a poco. Como sabéis, y si no lo sabéis os lo contamos nosotros y vosotros fingís que lo sabéis , los sustantivos femeninos que comienzan por « a » o « ha » tónica, es decir, en sílaba acentuada (que no necesariamente tildada), llevan antepuesta la forma « el » en lugar de « la » por cuestiones básicas de cacofonía, que lejos de ser nada escatológico se refiere a palabras que, juntas, suenan muy mal al oído (« la aula »). Este artí

Lenguaje inclusivo

Queridos ChicoRAErs: Sabemos que el tema de hoy puede levantar ampollas. Por eso, queremos dejar claro desde el principio y sin ambages que apoyamos como los que más las reivindicaciones del día de hoy, y que la igualdad entre mujeres y hombres no es solamente deseable sino necesaria en todos los ámbitos, incluido el lenguaje. No obstante, y ya desde aquí oímos afilar cuchillos y tensar arcos, desde este pequeño rinconcito que es nuestro ámbito de especialidad, tenemos que levantar la mano y decir que no a ciertas tendencias que empobrecen nuestra lengua escrita y nos hacen llorar un poco. Parafraseando a un tuitero de confianza , « ¡Mirad, un berenjenal! Voy a meterme ». Aunque lo estéis deseando, n o vamos a entrar en el desdoblamiento de « amigos y amigas », « compañeros y compañeras », « miembros y miembras ». Todos conocemos, a estas alturas de la película, la posición de la RAE acerca de esta tendencia y las recomendaciones a evitarlo, salvo casos donde el contexto lo haga

Coma de sujeto

Queridos ChicoRAErs: Los que nos seguís en Instagram y veis a diario nuestros Stories ya sabíais que, tarde o temprano, os íbamos a hablar de la coma de sujeto. No hace falta ser un lince, tenemos una pequeña obsesión con el asunto. O un radar infalible que nos permite detectar la endiablada coma en cualquier publicación, eminentemente periodística ( oh, casualidad ), y airearla cual braga en tendedero para vergüenza de sus autores (como si nos leyesen). El caso es que cuando nosotros leemos oraciones sencillas como « El hermano de Juan, fue de excursión » no podemos evitar imaginarnos a personas que a lo mejor han movido demasiado el bigotillo y se han puesto ciegos a Phoskitos y que, como consecuencia de su obesidad patológica, pierden el resuello a mitad de la frase y necesitan hacer una pequeña pausa para coger aire antes de terminarla. Y no queréis que en nuestra cabeza os imaginemos gorditos , ¿no? La coma de sujeto es, en la teoría, muy sencilla de entender. Hablamos de l