Queridos ChicoRAErs: No todo el monte es orégano, ni es oro todo lo que reluce. ¿Por qué utilizamos expresiones que no sabemos qué significan? No tenemos respuesta para ello, la verdad. Pero el caso es que de noche todos los gatos son pardos y en nuestro blog todo, o casi todo, son tildes. Vaya por delante que no es nuestra culpa. No estamos obsesionados con ellas, lo prometemos. Nosotros querríamos hablar de semántica, de fonética, de etimologías curiosas. Seríamos felices, disfrutaríamos , enseñaríamos deleitando. Pero vuestras consultas siempre giran en torno a ese minúsculo signo que nos trae a todos por la calle de la amargura. Llegarán tiempos mejores. De momento, tildes. Y, como casi todos los temas de tildes, su origen está en la -pretendida- superioridad lingüística, que en ocasiones nos hace mirar con desdén alguna palabra diciendo: « Meh, esta debería llevar tilde ». Y, queridos lectores, según los últimos datos que nos sacamos de la manga, en la mitad de los casos e