Comillas «angulares» frente a “inglesas”

Queridos ChicoRAErs:

Alguno de vosotros se ha fijado ya. Hay quien incluso nos ha aplaudido por ello. Aplaudido en sentido figurado, se entiende. De momento no hemos detectado espontáneos que nos asalten a aplausos por la calle, aunque todo puede andarse. Méritos no nos faltan, bien mirado. De hecho, si lo queréis hacer (lo de aplaudirnos, digo) y lo queréis acompañar de algún agasajo o dádiva, dejamos dicho que en ChicoRAE somos muy de croquetas. Nos gustan las de jamón, por supuesto, pero sobre todo las de cocido. Ah, y el queso. En ChicoRAE nos gustan los quesos bien curados.

Todo esto venía a que alguno de vosotros ya ha reparado en nuestra preferencia por el uso de comillas españolas, latinas o angulares frente a las inglesas. Vale, que no sabéis de qué hablamos. Es normal, no es metafísica hegeliana pero tampoco conceptos que usemos todos los días. El tema es que nosotros preferimos «estas» comillas a “estas” comillas. ¿Por qué? Pues por tres razones muy sencillas: porque se llaman españolas y ya sabéis que a nosotros lo patrio nos tira mucho, porque somos unos raritos de aquí te espero y porque son las recomendadas por nuestra querida Academia para los textos impresos.

«Oye, pero en mi teclado no vienen». Lo sabemos, nadie dijo que la vida de un ChicoRAE fuese fácil. Para presumir, también lingüísticamente hablando, hay que sufrir. Y en este caso mucho, pero tienes varias opciones si estás en un ordenador: utilizar los atajos de teclado como los que vienen aquí, introducirlo desde «Símbolos» si estamos trabajando en Word o, la más engorrosa de todas pero la más castiza, copiar y pegar de otro texto. Los móviles, por cierto, también tienen la opción de introducirlas de manera muy sencilla.

«Madre mía, ¿y esto hay que hacerlo siempre?». A ver, no. No nos volvamos locos por esto. No pasa nada por utilizar las comillas inglesas; de hecho, son las más comunes. Pero las recomendaciones están para algo, y si de verdad queréis ser ChicoRAEs os va a tocar acostumbraros. Porque, qué narices, nadie puede negarnos son mucho más bonitas.

Ojo, cuidado con trasladar esta preferencia por las comillas angulares al gesto que suele hacerse con los dedos para indicar que lo dicho va entre comillas. Seguid dibujando comillas inglesas en el aire: si intentáis dibujar las angulares podéis sufrir alguna dislocación severa en vuestros dedos y, siendo sinceros, podrían pensar que tenéis algún problemita en la azotea.